miércoles, 5 de agosto de 2009

+ 4 días: 1, 2 y 3, 4, 5 y 6 yo me calmaré, todos lo veréis

Si la finalidad básica de este blog era encontrar unos momentos de paz frente al ordenador mientras la parte profunda de mi ser viaja cual pluma errática por los obscuros rincones de mi alma. O sea, no, ostras de la china.

Parece que dándole al teclado sin el pitillo entre los dedos,al contrario, con un chicle de fresa ácida en la boca para relajar la tensión una no puede más que sentirse ridícula. Esto no tiene nada de decadensé literairé - ¡ocontré!-

Mírenme ahora haciendo malabarismos con las palabras, tendrían que cazarme intentando formar frases con sentido a eso de las nueve de la mañana. Sin el piti del desayuno parezco la Pepe Viyuela de la oratoria.

No somos nadie.

Entonces, a cada momento, tengo que decirme por qué lo he dejado. Mi manera de fumar no es que proyectara esa imagen de tipa sofisticada de film noir de cuya roja boca salen perfectos anillos de humo mientras habla pausadamente con el detective que le va a salvar el culo por teléfono.

Proyectaba más bien el total potencial de convertirme en una Estelle Leonard de la vida. No sólo por los cigarros, si no por compatir la predilección que tenemos ambos personajes por los estampados de tigre.




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